De marzo a mayo de 2020, todo el mundo se encerró para contrarrestar la pandemia de COVID-19. Poco a poco, a compter de mayo, los países europeos se han desconfinado, manteniendo las medidas sanitarias para proteger lo mejor posible a la población. Asistimos entonces a una auténtica explosión en la venta de bicicletas, hasta tal punto que las estanterías de las grandes marcas estaban –y siguen estando– vacías. Cómo explicar esta nueva locura por las bicicletas y las e-bikes ?
Cada año, siempre hay un aumento en las ventas de bicicletas durante la primavera, porque con la llegada del buen tiempo, la bicicleta aparece como un medio de transporte agradable y económico.
Pero, con la crisis sanitaria, las ventas aumentaron un excepcional 134% de la primera semana de desconfinamiento en Francia, compestuvieron en ventas al mismo tiempo el año pasado.
Por supuesto que es sanitario. Incluso si el transporte público ha retomado un ritmo regular, la población europea claramente prefiere evitar autobuses, tranvías y metros abarrotados, que presentan un riesgo real de transmisión del virus. Así que, para aquellos que no tienen coche o quieren evitar los atascos en las zonas urbanas, la bicicleta resulta ser la solución perfecta, sobre todo porque ahora se pueden comprar bicicletas eléctricas que reducen considerablemente los esfuerzos y para no llegar sudando a trabajar.
Tanto los grandes minoristas como las pequeñas tiendas especializadas están agotados y casi todos sus estantes están vacíos. Los propios proveedores ya no tienen ningún anticipo, cada serie producida se envía inmediatamente a los revendedores para satisfacer esta demanda excepcional. Porque no sólo esta demanda es superior a la capacidad normal de producción de las fábricas sino que, además, debe ser tomado en compuna fuerte desaceleración, incluso un compel cese de la actividad del productor durante el confinamiento. Por lo tanto, las fábricas tuvieron que reiniciar lo más rápido posible, a veces contratando trabajadores temporales para garantizar este ritmo de producción histórico.
Pero no todo se basa en el ritmo de las plantas de fabricación: estas sí están limitadas por la oferta de repuestos, que provienen en su mayoría de Asia, y que deben abastecer la demanda global.
Porque este entusiasmo por el ciclismo no es solo europeo: se puede ver en todo el mundo.
Para garantizar la seguridad de todos estos nuevos ciclistas y animar a los vecinos a preferir la bicicleta al transporte público, varios municipios han decidido tomar medidas y rehabilitar determinados espacios para ciclistas.
Así, han habilitado carriles bici temporales, que bien podrían -esperamos- resultar permanentes una vez superada la crisis.
Este fenómeno es global: en Bogotá, el alcalde ha decidido construir 76 kilómetros de ciclovías en determinadas vías, mientras que en Nueva York, todo un tramo de la Segunda Avenida se ha transformado en ciclovía. ¡Y no son los únicos! París, Berlín, Filadelfia, Sevilla, Ciudad de México… Las principales ciudades de muchos países están jugando el juego, animando a los ciudadanos a utilizar este medio de transporte ecológico, económico y saludable.
¿Tú también quieres pasarte al uso de la bici, pero no sabes a qué modelo recurrir y, sobre todo, si debes inclinarte por el mercado nuevo o por el de segunda mano?
El modelo de bicicleta dependerá del uso que hagas de ella (diario, cuesta arriba, en zona urbana, etc.) y de tu morfología (encontrarás modelos más o menos adaptados a tu talla, por ejemplo).
En el mercado de segunda mano, puedes encontrar absolutamente una bicicleta que se adapte perfectamente a ti, en muy buenas condiciones y a un precio reducido. Una bicicleta de segunda mano tiene la ventaja de ser parte de un enfoque ecológico, además de permitirte ahorrar dinero. También podrás encontrar bicicletas aún en garantía, ya que se pueden transmitir durante la reventa.
Lo importante es siempre tomarse el tiempo para aprender y comprobar el estado de la moto antes de comprarla.
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